miércoles, 14 de noviembre de 2007

El piano

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Vuelcas por mis oídos

Hacia el torrente de sangre

Deshaciendo el frío acostumbrado

Manos que me alcanzan

sonoridad del piano

En medio de la noche

Viaje espacial

Ascendida

Espiral creciente

Oigo tu aliento

Dentro de los huesos


Crepitan estrellas

Miríadas celulares

Y un concierto interno

De hielo consumido

Pulso a pulso

Ah! La música sagrada.


Último acorde…


El silencio

Comienza a extrañarte…





18 comentarios:

la granota dijo...

"Los reproductores externos están deshabilitados temporalmente"

No importó, yo lo escuché.

Diana L. Caffaratti dijo...

Se oye. Se oye..
a escuchar!

Clarice Baricco dijo...

Lindo poema, se lo daré a mi hermano, él es pianista. Segura que le gustará.
Crecí en un hogar en donde el piano era lo mejor que había en mi casa. Cuánto lo extraño.

Abrazos linda.

Diana L. Caffaratti dijo...

Clarice:
Hice este post luego de escuchar un tema en el blog de Miguel Shcweitz.
Ahora quedo esperando la opinión de tu hermano.
Saludos

Mariluz Barrera González dijo...

El sonido del piano es definitivamente todo un poema.... es un lenguaje que únicamente percibe el alma...

Un beso amiga...

Miguel Schweiz dijo...

Es una maravilla Diana. Cómo lo has plasmado. He sentido cada palabra, cada verso. Es que cuando para uno la vida es música y cada escena, cada suceso, cada mirada lleva su melodía... Ya sabes.
Un beso grande, grande

(Ah, estás guapísima... Lo digo por la foto del post anterior.)

Patricia Angulo dijo...

"Oigo tu aliento

Dentro de los huesos"

Sabés Diana, yo toco el piano y este verso me ha pintado por completo esa sensación extrema y comunicación profunda entre el piano y yo.

Excelente poema, cómo me ha gustado por Dios!!

Besos

Diana L. Caffaratti dijo...

mariluz:
EL piano es un instrumento de una ductilidad increíble.¿Habrá alguien que pueda afirmar que no le gusta?

Diana L. Caffaratti dijo...

Miguel:
Has sido la inspiración luego de escuchar el piano en tu blog.
Gracias por los halagos.
Besos para ti

Diana L. Caffaratti dijo...

Hola pato:
Yo tocaba el piano. Luego, al casarme con un músico talentoso, pianista él, me dediqué a otra cosa... Añoro poder hacerlo de vuelta a pesar de mis limitaciones.
Cariños

Moony-A media luz dijo...

Cuando la persona que amas se disuelve en una melodía que sale de su alma, que sale de sus manos, las notas te atraviesan haciendo temblar los más recónditos rincones.

Precioso, Diana.

Un abrazo.

Magda Díaz Morales dijo...

Qué precioso, Diana. Sin duda la música y el poema forman un todo excelente. Un abrazo.

Diana L. Caffaratti dijo...

mooney:
Lo has dicho redondito.
Saludos

Diana L. Caffaratti dijo...

Magda (Apostillas...)
Un honor recibir tu calificación.
Besos.

Ruth Hernández Boscán dijo...

que bien..., me gustó

suenas... definitivamente, habilitadísima para sonar, además!

dos besos

Diana L. Caffaratti dijo...

Gracias raga. Me sonrío ante tu comentario.
:-)

Unknown dijo...

Precioso, escribir sobre lo que transmite la música el instrumento, muy bonito diana.
Besos

Diana L. Caffaratti dijo...

Hola anabel. Voy para tu casa a leerte.
Gracias por el comentario.