jueves, 19 de julio de 2007

FONTANARROSA




Gracias Roberto Fontanarrosa
por cada carcajada que me despertaste con tus cuentos y tus personajes.
Bien lo dicen los distintos medios periodìsticos:el paìs y elhumor estan de luto.


Tal como dijo Mercedes Sosa, "hoy no es un día feliz". Los cuatro puntos cardinales del país lloran el fallecimiento de uno de sus escritores y humoristas más populares, el de Roberto Fontanarrosa.

En 2003, Fontanarrosa se enteró que padecía de esclerosis lateral amiotrófica, una enfermedad neurológica por la cual perdió paulatinamente su movilidad.

Un documento muy importante sobre el genio Fontanarrosa publicò rosario3.com

El juego de registros lingüìsticos que constantemente exponìa a travès del gaucho Inodoro Pereyra, la Eulogìa y el perro Mendieta fue siempre la exquisitez de la rotura del discurso.Algunos ejemplos del personaje y susinterlocutores lo podemos encontrar en http://www.uco.es/~i62guigm/inod-01.htm


Boogie El Aceitoso. otro de sus personajes,de preferencia mayormente masculina


Nadie puede olvidar sus palabras en el cierre del Congreso de la Lengua:
"Yo le decía, a veces, a mi hijo —refiriéndome a su vestimenta—, que si él se toma su tiempo para la vestimenta y el peinado, en lo que más se tiene que fijar es en su manera de hablar porque creo que es lo mejor que lo muestra y que lo puede vestir y desvestir. Sigue teniendo prestigio, afortunadamente, hablar bien.

Esta palabras estaban destinadas, originariamente a ser dichas por Juan José Sáenz, lamentablemente, por razones de salud no lo puede hacer, debido a eso, si se quiere lamentable circunstancia, me propuso a mí estas palabras Víctor García de la Concha, de la presidencia del congreso. Me propuso decir unas palabras y como la organización de esto es tan precisa, tuvimos unas divergencias respecto a la duración de este…, iba a decir speech pero creo que no es el ámbito adecuado el discurso porque mi modelo de orador es Fidel Castro, y yo por menos de 7 u 8 horas de discurso, ni siquiera me acerco a un micrófono. Pero en consideración a que hay mucha gente del exterior que querría estar con sus familias para estas fiestas vamos a hacer una cosa más acotada.

De repente se terminó el Congreso. Tengo la sensación, aparte de que es después de cuatro años —como los campeonatos de fútbol—, que uno lo estaba esperando, porque surge una expectativa enorme, se hablan de ello, se hacen conjeturas, etc. etc. se prepara, se trabaja mucho y de repente, me veo intentando hacer unas palabras de cierre. También supone que hay que sacar conclusiones. Primera conclusión, muy simple: Concluyó el Congreso.

Hay una frase —siempre en los círculos literarios, las citas son elegantes y quedan bien—, hay una frase que dice: «Unidad es el equilibrio de las diversidades, uniformidad es la supresión de las diversidades». Confieso que la uniformidad me inquieta un poco, los latinoamericanos hemos tenido problemas con los uniformes. Nos preguntábamos desde hace mucho tiempo aquí en Rosario con real y legítima curiosidad: ¿Qué es un Congreso de la Lengua? ¿Para que sirve un Congreso de la Lengua? Primero y elemental, para reunirnos para estar acá.

Para Rosario, lo entiendo como rosarino, creo que es fundamental esta confirmación de ser una especie de polo cultural y por que se han hecho cosas, se ha trabajado mucho para esto y no lo digo solo a nivel oficial; cualquier negocio, cualquier kiosco se ha interesado por ponerse lindo, por embellecerse para recibir a los visitantes, no se ha hecho cosmética y aunque uno esté aquí en un escenario, tampoco se ha hecho escenografía, este teatro no es una instalación que hemos preparado y que apenas termine el congreso lo tenemos que devolver a una metrópoli importante, este teatro de acá, se quedará acá con aire acondicionado y todo y lo disfrutaremos después y porque me consta que las autoridades locales, han hecho contacto a muy alto nivel, y cuando digo «a muy alto nivel» me refiero a muy alto nivel (y que esto quede entre nosotros) para conseguir cuatro días de sol espectacular y formidable. Posiblemente harán que, los invitados se lleven una idea errónea de lo que es el clima de nuestra ciudad. También en palabras más bellas, lo dijo en algún momento Agustín Goytisolo en un hermoso poema que se llamaba «Palabras para Julia» y que cantó y musicalizó extraordinariamente Paco Ibáñez; eran consejos que daba Agustín Goytisolo a su hija y en un momento le dice: «No sé decirte nada más, pero tú debes comprender que yo aún estoy en el camino». Y es mi caso también.

Por último quisiera simplemente, recordar un versito muy corto que yo escuchaba cuando era niño y adolescente, no es un verso que pertenezcan al romancero español o que sea una de las piezas más importantes de la literatura de esta lengua, pero yo se la escuchaba decir como glosa a un cantante bastante popular de tango que se llama Alberto Castillo y que antes de iniciar sus actuaciones radiales decía algo más o menos así, que también me expresa: «Yo soy parte de mi pueblo y le debo lo que soy; hablo con su mismo verbo; canto; canto con su misma voz"



Argentina-cultura 20-07-2007

Murió Fontanarrosa, un maestro del cuento y la historieta


El escritor y humorista gráfico argentino Roberto Fontanarrosa, fallecido hoy a causa de una enfermedad neurológica, nació en 1944 en un parto normal, 'salvo por un detalle: el bebé era negro y canalla'.

Así describió su nacimiento este maestro del cuento y la historieta, apasionado del fútbol y siempre dado al humor, en la autobiografía publicada en su página web, que dejó inconclusa en 1998, después de reseñar el 25 cumpleaños de uno de sus personajes.

Roberto Fontanarrosa, más conocido como el 'Negro' Fontanarrosa, nació el 26 de noviembre de 1944 en la ciudad argentina de Rosario, la misma donde hoy murió a causa de una enfermedad que ya no le permitía dibujar como antes.

Para él, después del día que vino al mundo, la siguiente fecha destacable de su vida fue diez años después, el primer día que pisó un estadio de fútbol, su gran pasión, hasta el punto de que se presentaba como 'escritor, humorista gráfico e hincha de Rosario Central'.

'1954: el pequeño Fontanarrosa se encuentra con su verdadero amor: la pelota, va a la cancha por primera vez a ver un partido entre Rosario Central y Tigre. Si hubiera que ponerle la música de fondo a mi vida, sería la transmisión de los partidos de fútbol', escribió.

A Fontanarrosa no sólo le gustaba ver y hablar de fútbol, como a la mayoría de los hinchas, sino también escribir de ese deporte y dibujar a sus ídolos.

Su niñez fue 'normal'. Dejó la escuela secundaria en 1961, después de repetir el tercer año.

En esos tiempos ya amaba la historieta, copiaba los dibujos de 'Rayo Rojo', 'Puño Fuerte', 'El Tony' y 'Misterix', leía la revista 'Hora Cero', y empezó un curso de dibujo por correspondencia.

En 1963 empezó a trabajar en una agencia de publicidad, aunque 'sin la menor convicción', y en 1968 publicó su primer 'chiste', en la revista rosarina 'Boom'.

Así lo describió en su página web: 'un policía muestra su bastón manchado de rojo-sangre dice: no hay ninguna duda, eran comunistas'.

En 1972 se convierte en uno de los artistas de la revista 'Hortensia', donde nacieron sus personajes Boogie el aceitoso e Inodoro Pereyra, el renegau, que luego se publicaron en otras revistas y diarios, como 'Mengano', 'Clarín', 'Humor registrado', 'La maga' y también en México y Colombia.

La primera compilación de las aventuras de Inodoro se publicó en 1974 y hoy la colección supera los veinte volúmenes.

En la revista 'Fierro', creada en 1984, publicó la serie de historietas 'Semblanzas deportivas', así como las aventuras de Sperman, un donante de esperma.

En 1980 empezó a colaborar con el grupo humorístico musical Les Luthiers, y en 1981 publicó su primera novela, 'Best Seller', que fue seguida de 'El área 18', en 1982, y de 'La gansada', en 1985.

Su primer libro de cuentos, el género literario en el que destacó, 'El mundo ha vivido equivocado', vio la luz en 1982.

Después vinieron 'No sé si he sido claro', 'Nada del otro mundo', 'El mayor de mis defectos', 'Los trenes matan a los autos' y 'Te digo más... y otros cuentos', 'Usted no me lo va a creer y otros cuentos' y 'El rey de la Milonga y otros cuentos', entre otros.

Además seleccionó y prologó 'Cuentos del fútbol argentino', publicado en 1997.

Sus dotes para ese género le valieron en 2004 el Premio Konex.

Ese mismo año se ganó el favor del público en el III Congreso Internacional de la Lengua, celebrado en Rosario, con una defensa a ultranza del uso de las malas palabras, algunas de las cuales -dijo- son 'irreemplazables, por sonoridad, por fuerza y por contextura física'.

El 6 de febrero de 2006 fue homenajeado en Rosario con una fiesta en la calle organizada por la 'mesa de los galanes', la tertulia a la que asistió durante años en un café de esa ciudad y que definió, remedando a Milan Kundera, como 'la insoportable levedad de la conversación'.

En 2007 asistió en la ciudad colombiana de Cartagena de Indias al festival literario Hay y, como siempre, dio una lección de humor y de conocimientos de fútbol.

'De mí se dirá posiblemente que soy un escritor cómico, a lo sumo. Y será cierto. No me interesa demasiado la definición que se haga de mí. No aspiro al Nobel de Literatura. Yo me doy por muy bien pagado cuando alguien se me acerca y me dice: me cagué de risa con tu libro', dijo Fontanarrosa.