lunes, 10 de abril de 2006

No había una transparencia perfecta.
Igual, recorría los contornos con esa inercia que le era propia.
A veces, se detenía para jugar en algún extremo que la invitaba a saltar, y sopesándose, decidía salvar el abismo dando una cabriola hasta aterrizar en el terreno próximo.
El camino realizado había quedado señalado por un halo húmedo.
Y seguía sigiloso en el descenso hasta la estrecha vía donde le sería muy difícil avanzar.
Ana tomó una toalla y secó la gota de sudor que había se deslizaba entre sus pechos.

Judas

Siempre he sostenido que la Historia es la ciencia más inexacta que hay.
Ahora, lejos de ser especialista en la materia, sigo sosteniendo lo mismo. Más de una cuestión hicieron que pensara de este modo.
Hoy, me ayudó a corroborarlo, el documental que puso en conocimiento el National Geography Chanel,: El evangelio según Judas.
Siempre será así.
Una historia cuya veracidad dependerá de "vencedores".
Además, porque nunca habrá una sola manera de juzgar las cosas.
Simpatías y antagonismos. Poder. Intereses. Ésas son las cuestiones que tallan al momento de escribirse el acontecer de la humanidad en la Tierra y también en el espacio sideral.
Lo que hoy tanto criticamos a los medios de comunicación - ser formadores y deformadores de opinión - es tan antiguo como la primera posibilidad cuando el hombre por primera vez testimonió a su manera lo que había sucedido en su entorno.
En el caso de Judas, es tanto el peso ejercido por las iglesias cristianas, que costará mucho reinvindicar la figura del apóstol.
Habrá que estar atentos y observar qué reacción tendrá la Iglesia.
Al parecer, Judas fue el más santo entre los santos, a pesar de su suicidio ( si es que fue tal), por reconocerse humildemente como aquél indigno de pronunciar el nombre sagrado de Dios, además de aceptar el bilipendio preanunciado por Jesús.
Habrá llegado el tiempo de que la luz de Judas brille como lo anunciara el hijos de Dios?