miércoles, 19 de abril de 2006

La vida se renueva

Fui a conocer a Tomás.
15días...
Duerme plácidamente sobre el pecho de su tía.Me ignora por completo.
Su laxitud y paz me mueven a la ternura.
Ataviado con ropas graciosas, le han protegido su cabeza con uno de esos gorros de gnomos del bosque.Y su cuerpecito frágil con un mono blanco.
No sé qué se habla a mi alrededor; su personita me ha cautivado hasta quitarme el habla.
Establezco un diálogo de caricias para este preciosos dormilón.Tomo su manita que cuelga confiada a su hora de dormir . Siento la tibieza de su sangre transmitida a la piel.Rozo sus dedos pequeñitos, largos,suves. Contrasta con la mía, curtida por tantas batallas cotidianas.
Tomás es un bebé bello.
No me atrevo a más. No lo pido para acunarlo. Sigo mirándolo en su placidez que pronto romperá.
Sus padres, Ángel y Gabriela, buscaron de mil formas poder traer un niño propio al mundo. Diez años de esperanzas renovadas que luego se hacían añicos, hasta que Tomás se anunció con fortaleza y sobrevivió alguno que otro contratiempo.
Ahora, aquí está con su presencia afirmando que la vida se renueva en cada hijo que llega o que vendrá.