sábado, 10 de diciembre de 2005

Mis alumnos escriben 5

Nada está bien.
El aire intoxica la vida.
Las casas son fuego incandecentes.
Hombres armados por doquier
y el cesar de los estruendos se tarda.


Pero escucho en mi alma
como suaves pasos
la voz de Dios.
Pasos que van donde yo voy.
Y a pesar de los cuerpos
que son mordiscos de algún semidios...
A pesar de la muerte
que convierte en lápida a mi pueblo
y a la Tierra en un mapa sangrante
la voz susurra dentro mío
con voz de la Esperanza.
Y aunque me hiere este aparente
túnel sin regreso
al otro lado está la luz.
Habremos de sembrarla
por los inocentes
por las memoria
por el futuro
por los hijos que nacerán
para, por fin,
intentar vivir en paz.


Mayra Coronel
Instituto Divino Salvador I31
ESQUINA, Ctes. ARGENTINA