lunes, 9 de octubre de 2006

Para tener en cuenta

El sol iba debilitándose... Bah!, No es el sol el que se debilita, sino que por esa maldita costumbre de dar vueltas que tiene la Tierra. cada tantas horas no permite que el sol siga su presencia por aquí.Ella sale de paseo, y nosotros, ¡a cambiar el ritmo por unas horas!. Aquí hace ahora un poco más de frío, de modo que tendré que procurarme calorías extras para poder dormir un poco más tranquilo...Es fácil: recorrer un poco el ambiente, andar más vigilante, y ¡zas!°, ¿No lo dije?...Si la naturaleza nos pone al alcance de cualquiera, los frutos para sobrevivir... ¡Es cuestión de darse maña!...
A metros míos, estaba mi sustento...Y hacia allí me dirigí tan raudo como pude...
¡Caramba!, no era tan fácil ... Tironeo y tironeo y la presa no es mía. No sé si lo correcto es decir que se me hacía agua la boca, pero he escuchado esa frase por ahí...
Insisto... No puedo arrancar la deliciosa fruta,A pesar de oponer toda mi fuerza .
Sorpresivamente, siento un profundo dolor que me atraviesa... Quizás una espina... Pero, inmediatamente, soy arrastrado (Tampoco sé si el término es correcto dado la circunstancia en que me encuentro)como si desde el pinchazo hubiera un cordel que tira de mí. ¿Qué monstruo es el que melleva haciéndome perder el equilibrio? Sufro. Me duele el cuerpo...Me debato,lucho, me resisto. EL monstruo agazapado, no emite ruido alguno.El muy ladino, me sume en la confusión amparado por la oscuridad.Por fin, intento con un gran salto hacerme clara la situación.La luna es la única lumbre,con la luz suficiente para reconocernos en medio de la noche.Por una fracción de segundos cruzamos la mirada víctima y victimario.Le arranco un sonido que no entiendo del todo pero parece de júbilo, y comprendo: soy su presa... su trofeo.
La desilusión me convierte en furioso animal y me bato en duelo...Intento algún modo de zafar... Me cuesta. Mi enemigo había tenido el privilegio de atacar primero, de encontrarme sin defensa, confiado. De ése modo, él contaba con ventajas. Me hice el muerto...Dejé que me arrastrara sin resistencia...y cuando consideré que ya era suficiente, lo sorprendí de tal modo, que logré soltarme a pesar de las heridas.Y me batí en retirada... A una buena distancia, todavía se escuchaban las puteadas de mi agresor... Yo reía de puro contento. Conservar la vida, es una aventura que repito noche a noche en mi avatar.Nunca había caído preso de una anzuelo. Ahora, ya sabía... ¡Ni soñando me tentaría una lombriz ensartada en un gancho de metal!... Ni ahí!....(Como dicen los chicos de mi litoral)