jueves, 5 de octubre de 2006

Una noche más, una mujer más...

"Entre tu verdad más honda y yo, hay otra hondura llena de tajos cosidos débilmente. Me desangro y se me vuelvo volátil lo que fue un día”. Dijo ella imitando a la actriz de la telenovela de moda.
Él, la miró con desprecio...Sonrió enigmáticamente .... Ésta es otra mina “melodramatizándome” por no aceptar que la dejo. Que se vaya a la mierda. ¿Qué se cree?. Venirme a mí a darme consejos de cómo vivir... Qué se vaya a la mismísima mierda. Qué me importa su cargo de morondanga ni sus alardes de no sé qué y no sé cuánto... Bien que le gustó pasarse una noche gritando como una yegua (Las yeguas gritan?...- Las yeguas que yo conozco, y he conocido muchas, sí-.).
Aquélla noche, si bien no dí lecciones, las cosas se hicieron a mi modo y le gustó. Cómo le gustó. Aproveché a la mina, que estaba necesitada, parecía. Desde hacía días, sus intencionadas miradas, cargadas de ese no sé qué que tienen las mujeres calientes y deseosas, se confirmaron en lo que yo entendí como mensaje de “te tengo ganas...” con los roces que no fueron casuales... y se convirtió en certeza cuando me pidió que fuera a su casa para que le mostrara cómo manejar un programa de su PC... Recuerdo que hacía frío. Bastante como para mantener encendido los leños del hogar, y servir un whisky, dos, y más... A la hora del atardecer , fui. Sábado, cuando la luz se apresura a irse para buscar otro calor... Poca gente en la calle. En la de su casa, la presntí sin compañía de sus hijos... Antes de tocar el timbre, me asaltó la duda. Yo iba dispuesto a todo, pero la imagen de mi mujer embarazada me sobresaltó como en reproche. La borré enseguida. El macho que llevo dentro no me perdonaría jamás si dejaba pasar la oportunidad que se me ofrecía tan abiertamente. .. Entonces, apreté el botón del timbre y repetí la presión tres veces, como si hubiéramos acordado una clave de reconocimiento. Hasta mis oídos, llegaba la melodía de una canción romántica. La música provenía de la casa. Oí también los pasos que avanzaban acompañados por el canturreo de la mujer que me atendería. Se abrió la puerta. Allí estaba... La miré de arriba abajo y de abajo arriba. Se había vestido prolija y atractiva. Su abrigo, de piel blanca de dudosa calidad, con unos pelos largos, me chocó un poco por la falta de buen gusto, pero admito que le quedaba bien. El perfume era casi un insulto a la prudencia. Percibí inmediatamente un nada sutil desplazamiento de mis íntimos miembros. Hola! Dos besos en la mejilla. Pasá. Te estaba esperando. Y me franqueó el acceso . .. Como lo había supuesto, los leños en el hogar, crepitaban entre llamas azulinas y rojizas. Había velas encendidas en algunos puntos del salón y la luz no era muy intensa. Busqué con la mirada dónde estaba la PC, para seguirle el juego... Pero ella, encendió un cigarrillo, me ofreció un whisky, y me invitó a sentarme en un sofá junto al al calor de la estufa... Y comenzó a desplegar sus estrategias de conquistas, y yo la dejé que liberara cuanto quisiera para sazonar el encuentro... No voy a entrar en detalles. El saco blanco sirvió de alfombra, le saqué las ganas, me saqué las mías... Repetimos el encuentro , esa misma noche también sobre el peludo saco blanco... Después, la mina, con algo de exceso por el alcohol, creo, empezó a llorar despacito y a hablarme nuevamente de sus mentados blasones que ha estas alturas menos me importaban. Yo quería irme. Nada más. Ya estaba satisfecho. Le anuncié que era el momento de mi partida. ( mientras pensaba qué mentiría en casa de mi mujer)... La besé apenas, y salí riéndome para mis adentros. Pobre abrigo, me dije...Va a tener que enviarlo a la tintorería...Afuera, el aire frío terminó con todo rastro de la pasión vivida. Y volví a compadecerme del abrigo que había quedado con los rastros de una noche de sexo anunciado y comprobado.

32 comentarios:

Anónimo dijo...

Interesante encontrar este texto donde optas por un narrador personaje masculino. Bien logrado, enhorabuena.

Anónimo dijo...

Magistral !!! .increible me encanta eso de ponerse en una especie de personaje ,cambiar toda la vision de las cosa,ser capaz de cambiar incluzo el sexo y describir,narrar,contar una historia como si se fuera otra persona..

Anónimo dijo...

me gusta todo, especialmente el final

CILENCIO NO SE CALLA dijo...

dilaca querida, el hombre está bien delineado, suelen pensar así, y luego sentir asco y ganas de huir,, un segundo despu`ñés de la eyaculación, cuando no sienten nada por una mujer, en lo em ocional o en lo físico... pero él es una bestia, de erotismo no sabe un carajo, las camas se inventaron para algo,es el lugar perfecto, salvo algunas posesy la mina es un histérica de libro... está bien el final... y me dá lástima el abrigo, pero ella tiene dinero...y buejno, una revolcada es una revolcada, como dice Pero Grullo -se escribe así, es iun nombre propio -.te mando un bran beso en Cilencio.

CILENCIO NO SE CALLA dijo...

¿y porqué el título no es "n hombre mas"? va otro beso en Cilencio.

GABU dijo...

Me trajo hasta tu espacio el amigo CILENCIO,tus palabras tienen la fuerza de la realidad,del patético día a día...
A veces las mujeres solemos confundirnos creyendo que cojer es amor ó lo peor es acceder a cojer para ver si es posible que se enamoren de nosotras,y no es así!
Es triste y hasta lamentable darse cuenta de todo lo que es capaz un hombre de sentir y decir antes de lograr su objetivo,para que luego de obtener ése objetivo tan deseado pareciera que mágicamente el cosmos le practicara un lobotomía!
Me gustó mucho éste lugarcito,volveré...
Un Abrazo!

felipe dijo...

Bien reflejado el papel de macho, montayeguas que desprecia a la mujer y luego presume y añade una conquista ??? más a su colección. Y qué trste ese recuerdo del abrigo, ¿sólo eso le queda en el recuerdo?
Me encantó leerte
Un abrazo

Diana L. Caffaratti dijo...

jose antonio:
Hice el ejercicio narrativo, a partir de una charla que escuché entre dos hombres, mientras me medía zapatos en un comercio. No pude evitarlo...
Me inspiró el cinismo del que alardeaba haberse "tirado" a la tal mujer.

Diana L. Caffaratti dijo...

marxxxelo:
uno a veces se convierte en polizonte de otras vidas.Suele ser divertido, y otras tantas veces, no.

Diana L. Caffaratti dijo...

maria, voy a tu sitio en blogger, donde he dejado comentarios. Escribe allí para encontrarnos.
Besos

Diana L. Caffaratti dijo...

manel:
la actitud del cínico es una ofensa difícil de tragar. Lo traté de reflejar en ese remate que comentas.

Diana L. Caffaratti dijo...

Hablas de los hombres ésos, sin incluirte, lo que me dice ( y ya lo sé por lo que leo en tus artículos) el respeto que tienes por mi género.
Tales machos, tienen paralizado el encanto que, doy fe, tienen los encuentros que superan los simples histerismos mutuos, cuando se los carga de ingredientes mejores que un polvo mecánico y solamente animal.
El título podría haber sido como lo sugiere, y no habría cambiado en nada su mensaje, verdad?
Soy un poco ruidosa, de modo que mi beso va con un sonoro chuik.

Diana L. Caffaratti dijo...

gabu:
bienvenida. Ya respondí la visita. Ya colgué el link de tu blog.
Están dadas las condiciones para continuar.

Diana L. Caffaratti dijo...

felipe, viejo amigo:
sé que no me cierras la puerta, sino que algo está mal programado en tu blog en blogger. revisalo para poder retribuirte comentarios. Además, te extraño.
¿Estás preparándote para tu nuevo cumpleaños?
Arriba los de escorpio!

Clarice Baricco dijo...

Historia real y cruda.
Me gusta mucho como escribes, ya te lo había dicho y lo vuelvo a repetir.
Ahora eres mi narrador masculino y me encanta.

Rafael dijo...

A la hora de escribir, siento mas predilección por los personajes femeninos. Me resulta mejor, mas cómodo, me gusta mas y punto.
En cuanto a la descripción del hombre, asi somos casi todos- lo del "casi" no lo digo por mi-, aunque yo, de conquistas, pocas, bien pocas.
Y muy bien escrito. Fijate, yo en el papèl de una mujer y tu en el papel de hombre...¿Te atreverias a seducirme?¿O yo a ti?
Abrazos, escritora, buen fin de semana.

. dijo...

¿Y por qué siempre culpar al macho?
¿Es que ella no se comportó como una hembra?
Si hubiese sido mujer, tal vez él se hubiese comportado como hombre.

Magnífico relato Dilaca, me encantó.

Un abrazo.

bohemiamar.

Unknown dijo...

Me llevaste como por un hilo, de la mano, por un camino muy bien tramado hasta el final.
Vi por ahi arriba que este cuento era el resultado de una charla entre dos hombres. Un modo de hablar de la mujer con crueldad, como un mero objeto, un instrumento de goce -el del hombre, aqui el macho, sin importar si ella tambien-, desprecio por el otro que se da en nuestra sociedad, o se nota con frecuencia.
Muchas veces los tipos hablan asi ocultando los sentimientos, no sea cosa que los tilden de enamoradizos y mostrar "flaquezas", o se los tome por maricones. Pero algunos son fachos nomas y no hay vuelta que darle. Fachos para todo.

En este buen relato tuyo se nota el miedo de las mujeres de ser poseidas -mira el termino- y abandonadas como una cosa. De ser ese trofeo, ahora tambien devaluado, que se comenta en una charla de cafe entre dos machos. Aqui no digo hombres porque son carecientes de lo que un verdero hombre debe tener o ser.

Al final el viento borra en el personaje todo resto de pasion, pasion que queda entre las arrugas del saco.

Esto redondea la idea de la mujer usada.
Este es un cuento que A MI ME ENCANTO, pero esta escrito por una mujer. Por lo que te vengo diciendo hasta ahora.
Incluso con un poco de bronca todavia por la charla de esos sementales campeones del lecho.
Espero no tomes a mal este comentario pero me parecio justo decirtelo.

Te mando un abrazo.

Anónimo dijo...

Muy buena lel relato, pensaba que se trataba de una telenovela o algo por el estilo hasta que lei que se trataba de un ejercicio tuyo.
Admiro tu talento.
Me agrada que mis escritos te ayuden o por lo menos te muestren salidas , es que soy un convencido de que ayudar ayuda pues abre puertas interiores que jamás imaginamos tener, ...nos permite desplazarnos desde nuestro drama personal y proyectarnos a dramas posibles que todos podemos vivir, o que ya vivimos y podemos opinar al respecto, o que estamos viviendo en ese preciso momento, y acompañar al que lo esta sufriendo permite visualizar salidas que cuando nos sentimos solos y embarrados, no pudimos ver.
Un beso y un placer.

Diana L. Caffaratti dijo...

Rafael:
La propuesta es demasiado pública... Con nuestros personajes de ficción, veremos qué pasa y si se entrecruzan en el espacio donde los lanzamos... :) :) :)

Diana L. Caffaratti dijo...
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Diana L. Caffaratti dijo...

clarice baricco:

sigue viniendo por aquí, mujer, para alimentar mi ego... Gracias

Diana L. Caffaratti dijo...

bohemiamar:
es la confusión de valores, la supuesta liberación, la que lleva a comportarnos como animales ( con el perdón de todas las especies ) y derribar todas las barreras. Es el poco amor por si mismo y por el semejante.

Diana L. Caffaratti dijo...

máxoimo:
imposible enojarme contigo. Has dicho la verdad, como siempre.Has interpretado las eluciones. Mi indognación está en el cuento y la has descubierto. También a mis miedos.

Diana L. Caffaratti dijo...

marco gatuno:
Sostengo que nos debes tu libro.

Anónimo dijo...

Me gusto mucho tu relato, creo que en ocasiones la vida te lleva en caminos donde solo te gobierna el instinto y tu lo has descrito muy bien.

Diana L. Caffaratti dijo...

Hola Knox. Viejo amigo...Aís es... Lo instintos, las hormonas,y cerrar la puerta por un ratito a la educación... Ja, Ja!

Gregorio Luri dijo...

Los insondables arcanos de la informática me han tenido alejado de usted. Al fin he conseguido echar el ancla en su puerto. Volvemos a encontrarnos.

Diana L. Caffaratti dijo...

Gregorio:
Has agregado felicidad extra a este domingo luminoso.
Seas re bienvenido!

Marga dijo...

Muy bueno!! un retrato certero de algunas situaciones, no sólo en el género masculino... pura mezquindad mental si los instintos acallan todo.

Besossss, Dilaca!

Diana L. Caffaratti dijo...

marga:
pienso como tú, pero echemos un manto de piedad... ¿Qué dramas se ocultan en el corazón de los protagonistas para obrar de ese modo?.
Retribuyo besos.

Citadino Kane dijo...

"El macho que llevo dentro no me perdonaría jamás si dejaba pasar la oportunidad que se me ofrecía tan abiertamente... Entonces, apreté el botón del timbre..."
E quantas vezes alguém enfrentou essa situação?! Respondo muitas.