sábado, 21 de noviembre de 2009

La naturaleza en un rincón

Detenida en las fauces de la roca, se ha formado un remanso.
Sala de estar donde se solazan pequeñas ranas.
Bucólico fragmento para que te sientes a soñar.
Tal vez, Rodin vio aquí al bello hombre que pensaba.
Abajo, la frescura presente.
Arriba, la montaña devora al sol.
Es la fragua de fluviales ilusiones.
Es, simplemente, la naturaleza en un rincón.

(Dirección de la imagen)

martes, 17 de noviembre de 2009

Cuestiones de siempre


Punto exacto donde coinciden
interrogantes...

Las dudas caen mojadas
sobre su delantal arrugado.

Brutalmente la niña
ha dejado de serlo...

viernes, 13 de noviembre de 2009

Renaceres

Una saeta atraviesa
el corazón de las palabras.
Muero en el mismo instante
que renazco
Y la palabra vuelve a zaherir

lunes, 14 de septiembre de 2009

Alfonsina y el mar

Hoy tengo la intención de hermanarnos. De imaginar que estamos sentados en una tertulia, donde la música se hace dueña de nuestros corazones y denuestras conversaciones...
Cada uno ha traído a la sala sus temas preferidos y sus comentarios posibles sobre ellos.
Entonces,yo también: una de mis predilectas que dejo aquí para que disfrutemos...
Dejemos que el aire se pueble de sonidos.
Los abrazo a todos, amigos.

Alfonsina y el Mar es una creación de Ariel Ramírez, músico argentino de prestigio internacional.
Los versos que reproduzco a continuación, pertenecen a Félix Luna historiador, escritor y poeta.
Ambos, inspirados en Alfonsina Storni y su trágica muerte,produjeron uno de los más significativos hitos en sendas carreras artísticas.

Alfonsina y el mar


Por la blanda arena
Que lame el mar
Su pequeña huella
No vuelve más
Un sendero solo
De pena y silencio llegó
Hasta el agua profunda
Un sendero solo
De penas mudas llegó
Hasta la espuma.

Sabe Dios qué angustia
Te acompañó
Qué dolores viejos
Calló tu voz
Para recostarte
Arrullada en el canto
De las caracolas marinas
La canción que canta
En el fondo oscuro del mar
La caracola.

Te vas Alfonsina
Con tu soledad
¿Qué poemas nuevos
Fuíste a buscar?
Una voz antigüa
De viento y de sal
Te requiebra el alma
Y la está llevando
Y te vas hacia allá
Como en sueños
Dormida, Alfonsina
Vestida de mar.

Cinco sirenitas
Te llevarán
Por caminos de algas
Y de coral
Y fosforescentes
Caballos marinos harán
Una ronda a tu lado
Y los habitantes
Del agua van a jugar
Pronto a tu lado.

Bájame la lámpara
Un poco más
Déjame que duerma
Nodriza, en paz
Y si llama él
No le digas que estoy
Dile que Alfonsina no vuelve
Y si llama él
No le digas nunca que estoy
Di que me he ido.

Te vas Alfonsina
Con tu soledad
¿Qué poemas nuevos
Fueste a buscar?
Una voz antigua
De viento y de sal
Te requiebra el alma
Y la está llevando
Y te vas hacia allá
Como en sueños
Dormida, Alfonsina
Vestida de mar.

Versión orquestada:(por Polly Ferman y Camerata Romeu, excerpts. Live performance, Havana Cuba, November 5, 2005)


Versión cantada por Mercedes Sosa, otra gloria del folclore argentino:

sábado, 5 de septiembre de 2009

Un rayo de luz dió justo en algo oscuro en el piso de su dormitorio. Lo descubrió justo cuando apoyaba su pie derecho en la baldosa fría al salir de la cama.
Con desconfianza y sin siquiera distinguir qué podía ser, subió instintivamente otra vez su pierna a la cama, se arrodilló en ella y gateando se acercó a los pies. Desde allí, agazapó su cuerpo y aguzó la mirada sobre ese trazo dudoso que la luz destacaba.La mancha, tenía una pequeña dimensión por sobre la superficie del suelo...
Tomó entonces la revista que había estado leyendo, la enrrolló hasta convertirla en un cilindro hueco - como quedan las revistas y los diarios cuando uno quiere utilizarlos para matar insectos - y la dirigió hacia "eso" que no reaccionó al contacto con el papel. Insistió. Empujó suavemente hacia adelante. Empujó suavemente hacia atrás. Y hacia la izquierda y un tanto hacia la derecha...Reiteró varias veces el procedimiento."Eso" se trasladaba milimétricamente hacia donde el impulso de la publicación la llevaba, pero nada más. Nada que respondiera vivazmente.
Entonces, decidió definitivamente bajarse de la cama, calzarse por precaución y aproximarse a "eso" que hasta ahora no reconocía pero que tenía la certeza de que no era una mancha.
La luz había crecido en luminosidad y dejaba más nítida la imagen que observaba.Estaba segura que no era un insecto, ni un resto desagradable de comida...
Doblóse un poco y estiró la mano. Estaba decidida a intentar levantarlo.Tenía ciertas asperezas y rugosidades. Ya suspendida y observada a trasluz, el "trazo" tenía unas tonalidades rojizas, violáceas, moradas... y pesaba tanto que tuvo que depositarla nuevamente en donde la encontró.
Pensó que lo del peso era una impresión momentánea causada por el miedo que pudo haber sentido.
Intentó nuevamente levantarlo y esta vez le resultó imposible.
De pronto, "eso" se llenó de iridiscencias que duraron segundos.Los destellos fueron tan brillantes que le impidieron ver qué sucedía en el preciso momento que se vio obligada a cerrar los párpados.
Cuando los abrió,se sintió leve, como sin carnes...volátil...La habitación se había convertido en un recinto extrañamente iluminado. Todo el espacio era un solo fulgor...
Ignoraba cuánto tiempo estuvo impregnándose de tal experiencia.
Cuando despertó esa mañana, lo hizo con una sonrisa, como si un ángel hubiera borrado todas sus heridas.

jueves, 20 de agosto de 2009

Minería a cielo abierto

El clip que acompaña a este artículo fue realizado con el fin de iniciar una campaña en contra de la minería a cielo abierto, sistema altamente contaminante y practicado en todo el mundo.
En Argentina se está promoviendo esta actividad por lo que ante la inminencia del inicio de explotación, el Director cineasta Pablo D'Alo Abba, reealizó este corto audiovisual con la participación de conocidas figuras del cine y la televisión argentina:
Julieta Díaz, Raúl Taibo, Georgina Barbarossa, Silvia Pérez, Mirta Wons, Gastón Pauls, Nicolás Pauls, Laura Azcurra, Carlos Portaluppi, Juan Palomino, Leonor Manso, Celina Font, Cristina Martin (Conciencia Solidaria)



Como argentina y habitante del mundo, agradezco a todos ellos y me sumo a la campaña solidaria, haciendo conocer el clip en cada una de mis páginas más actuales.

Amigo de Blogger:
Sumate, hacelo circular.
Un abrazo

domingo, 2 de agosto de 2009

siempre en prueba: Bonjour tristesse

siempre en prueba: Bonjour tristesse

Bonjour tristesse

Por alguna razón, esta mañana dos palabras francesas me golpeaban suavecito para anunciarme su presencia...
Tal vez, la particularidad de este día de sol apenas perceptible,propio del invierno.
"Bonjour Tristesse"...Más extraño aún es que evoco a una película que no vi, pues tenía sólo ocho o nueve años cuando la pasaron en el viejo cine Ocean de mi pueblo cordobés. Década del cincuenta, cuando las películas eran cuidadosamente calificadas para proteger a la infancia..."Prohibido para menores de 18 años" y quién quisiera ingresar a la sala debía exhibir su Documento (Libreta de enrolamiento o libreta cívica) que acreditaba su mayoría de edad.
Comencé a buscar informaión sobre el tema. Emcontré en Buenos días tristeza: el culto al placer una nota analítica sobre el contenido de la novela y la película, firmada por Carlos Giménez Soria.




Lo que leí me informó pero no respondió a mi pregunta:¿por qué tengo esta frase martillando en mi cabeza? "Bonjour tristesse"...

miércoles, 15 de julio de 2009

Desmemorias


Instante innominado
que se olvida
entre vacío de palabras
devuelto
en sombras
rompiendo relojes
amordazados
sin rumor de tiempo
rechazado
sobre una tribu de lágrimas

Alucinada sangre
que empeña
escarchados fuegos
desnudos.

Estigma de virgen violentada

martes, 16 de junio de 2009

Otra nostalgia

Hay momentos que una mano invisible golpea la aldaba de la puerta de los recuerdos, y al abrirla dispara una sensación imprecisa que no es nostalgia ¿Cómo podría llamarla si no es nostalgia?




Según el diccionario de la Real Academia, Nostalgia es un sentimiento que implica pena por algo que ya no se tiene, según su primera y segunda acepción que textualmente reza:
(Del gr. νόστος, regreso, y -algia).

1. f. Pena de verse ausente de la patria o de los deudos o amigos.

2. f. Tristeza melancólica originada por el recuerdo de una dicha perdida.


Pero. cuando me invaden los recuerdos de algunos momentos vividos, no es la tristeza precisamente, la que me habita, sino una sensación de gratitud por haberlos vivido.Una aceptación de que el tiempo ha pasado.Una oportunidad para mirar el hoy y poder decirme " ha pasado mucha agua bajo el puente, muchacha..." y sentir que nada ha sido en vano.

Mucho menos podría llamarlo "Melancolía" ya que esta es una tristeza profunda y permanente.

Entonces, ¿cómo llamar a este sentimiento tan particular del que no me embarga la tristeza sino que me permite solazarme en lo grato del ayer?

Mal que me pese, no encuentro en el rico idoma español, una palabra que defina mi sentir.

En portugués hay un término que se acerca a acotar lo que siento:
Saudade
, según lo expresado en wikipedia:
Como emoción, sentimiento o pensamiento, se trata de una voz que manifiesta la esencia de la vida, la tristeza y la alegría, el pasado (recuerdos), el presente y el futuro en un instante simultáneo. Saudade es la sensación que permanece cuando aquello que una vez se tuvo, material o inmaterial, que en su momento permitia disfrutar alegria y euforia se ha perdido y se le extraña, y el hecho de recordarlo, tenerlo de nuevo, ó pensarlo, produce una sensación de volver a la vida.
.

Entonces,
la presencia de los que ya no están me acompañan: Padres, amigos, maestros, vecinos, que dieron cuotas de experiencias que sumadas me confortan.
Los libros que alguna vez leí, formaron una plataforma donde se apoyan mis nuevas y continuas lecturas, mis aprendizajes y el placer que encuentro en ellos.
La música que me acompañó a lo largo de mi vida, y sigue acompañándome, se suma a lo que escucho hoy.De ello resulta una variada gama de estilos y contenidos, de ritmos, y mensajes, de melodías y timbres imposibles de enumerar.
Las fotos prolijamente ordenadas en diferentes albumes o juntadas anárquicamente dentro de un sobre, resisten sin competir con las que hoy almaceno en mi PC o publico en los reservorios de imágenes via Internet.Ellas representan fragmentos, instantes, consolidados en mi alma y en mi memoria, y prestan algún andamiaje a parte de mi ser.
Los olores que alguna vez percibí y afloran en los recuerdos sirven para solazarme retrotrayéndome al abrazo de mi padre recién afeitado y listo para prodigarme mimos, o a la frescura de lavanda que distinguía a mi madre,o la clásica de moda varonil que se usaba en los sesenta y percibida en el enlace de la danza con mi enamorado de turno, el cítrico que destilaba mi profesora de piano... Me sirve para prolongar en mí esa delicada costumbre de agregar un toque que perdure en la memoria que de mí puedan evocar otros, sin caer en el pecado de ostentación ni de lujuria.O los olores más primarios e igualmente gratos de la piel de mis bebés,o de mi hombre,o del placentero y particular olor de la pasión...O los olores de la casa recién limpia y la ropa recién planchada...Olores que emana la cocina en sus desayunos y comidas principales...Todos una sumatoria que "me hicieron y me hacen"...¿por qué sentirme triste?
Y junto con ellos, los sabores...Todos. Sin excepción. Caleidoscopio rico de imágenes...Cuanto más facetas, mayor riqueza...
¿Y los aportes que me ha agregado el tacto?¿Cómo olvidar cada una de las impresiones alojadas en la correspondiente zona cerebral?

Alma - una amiga virtual - me dice sobre la nostalgia:
La nostalgia va y viene Diana. Es como las hamacas que de repente mecen tu cuerpo entre el sol y la sombra. Todo lo que sube tiene que bajar y viceversa.

En fin. generalmente mis recuerdos no significan "encaracolarme" en el pasado sino reconocerme en el presente gracias al ayer.

miércoles, 27 de mayo de 2009

lunes, 11 de mayo de 2009

Tramatrazo Mario Quinteros



Del tramatrazo al trazotrama (Por Diana Laura Caffaratti)

La obra de Mario, se presenta ya entramada, anticipando en el juego de palabras tutelares ese entretejido corpóreo que se puede observar y cuestionar desde diversos juegos semánticos. Mirándolo como un conjunto, o mirándolo como un continuo mosaico de realidades particulares que, sin embargo, tienen un rasgo coherente consigo mismo, con la secuencia anterior, y con la siguiente.

Si bien no puedo hablar técnicamente del despliegue y encadenamientos de trazos y tramas, puedo asegurar que resulta grato observar la obra expuesta por Mario Quinteros en el Centro Cultural Borges, en Buenos Aires.

Una instalación que cala profundamente. Hace pensar en evoluciones e involuciones, en laberintos, en cómo será su inquieto cerebro por dentro, y cómo trabaja el intelecto artístico. ..En orden y caos, en linealidad, en cimas y simas, en soledad y compañía.

Hasta podría decirse que cada secuencia tiene su propio sonido. Difícil explicarlo. Faltan las palabras, o surgen como tímidas aproximaciones: los trazos que afloran ante mis ojos causan sensaciones cinéticas y auditivas…Quizás las de su mano desplazándose sobre el papel, quizás las de su corazón palpitando a veces excitado y otras calmo...Tal vez, el contacto del grafito y los distintos pulsos necesarios para un trazo, dos, mil, millones, o el sonar del tiempo que pasa entre su meditación y el quehacer frente al blanco inmaculado...
Sonidos como de sala de laboratorio...

Sonidos de sus distintos ritmos respiratorios,

Sonidos del silencio que se complica con su ensimismamiento o se suelta para enredarse entre las distintas líneas y figuras….Una tímida voz que se esboza, un dúo, un coro y la grandiosidad de todas las voces ascendiendo y vibrando en la atmósfera que cada observación crea.

Me agrada ese desfile creciente de distintos pesos del negro encima del blanco, con timidez, con tozudez, con desparpajo, con retraimiento, con fuerza...

Cada visión me proporciona una sucesión de ideas incontrolables...

Una sinfonía sincrética de la que uno sale enriquecido. Una sinestésica resolución a lo largo de toda la unidad.

Ése síntoma es para mí, lo que decreta cuándo estoy frente a una verdadera obra de arte.

lunes, 27 de abril de 2009

Necesito




Después de escudriñar en los estratos,
después de consultar a los sabios,
de analizar y precisar
y de calcular atentamente,
he visto que lo mejor de mi ser está agarrado de mis huesos.
Walt Whitman

Necesito
las voces tutelares.
Las necesito.
Que resuenen en mis pasos.
Necesito,
de la niñez que un tiempo
meció dulcemente mi inocencia.
Me necesito a mí, niña, toda
Con la claridad de aquellos días
Con la liviandad de mis rutinas
De juegos en la plaza.
Y las desmigadas canciones
raigambre de guitarras
asidas al tiempo
posterior al de la infancia.
Con las exóticas amapolas del jardín vecino
-espléndida rojez de primavera…
Me necesito a mí, mujer en crecimiento
abandonando el dulzor de caramelos
estrenando afeites y vergüenzas nuevas
Y siempre, la felicidad presente
de besos escondidos
en la penumbra de la esquina
que perdura en el recuerdo.
Me necesito, en la fe recuperada
de Cristo llorando desangrado
su adicción por el amor más grande.
Necesito de mis sueños viejos
renaciendo
en cada momento
Del hoy, vejado por las agujas de los años.
Necesito, de mí:
de mi coraje
de mi lucha cotidiana
a puro rechinar de dientes
y desatendidas lágrimas.
Necesito de mí,
de mis enamoramientos
de mi sed y de mi alimento
y de mis rezos.
Necesito también
de este mi presente
áspero y noble
que muerde el polvo de la tarde
y lo convierte en oro y luz.

Metiéndose en la sangre
se licuan
en las lentas venas
abriendo el camino
Hacia mi corazón de tigresa .

Me necesito con toda la fiereza.
Me necesito entera .

sábado, 18 de abril de 2009

Instantes grises


Resquebraja mi andadura
un tren veloz
hacia la nada

-No tengo coyunturas que sujeten
recuerdos ni esperanzas

En un instante sucede
un torbellino
y en un instante desvanece
el sostén de la andanada.

Vana presencia me circunda
-vaho etéreo sin alma-
asfixia mis días sin tregua

El inmediato ayer, hoy ¿mañana?
es este gris espanto ante la muerte

Este poema nació luego de leer una de las creaciones de Karina Crespo en su blog Desvarios en la luna

miércoles, 18 de marzo de 2009

Noche importante (Versión corregida)

Se calzó los guantes para ocultar una vez más, la tosquedad de sus manos: desentonaban con el resto de su figura.
Antes, se había acicalado con esmero, luego de haberse dedicado por entero a la depilación (Ya quedaban pocos rastros pilosos gracias a las técnicas definitivas).
En el baño había puesto un espejo de cuerpo entero, de tres hojas, para no perderse detalle. Sobre el cristal azogado, y a su alrededor a modo de marquesina, luces potentes. No quería tener piedad con sus imperfecciones.
El baño era su "bunker". Allí se pasaba más tiempo de lo que la familia consideraba prudente.Pero, se lo toleraban porque la modernización de ese lugar había corrido por su cuenta y la casa adquirió categoría...(cuando no estaba,sus hermanas se ufanaban ante las amigas mostrando la lujosa "zona de placer").
Untó su rostro y todo el cuerpo con las cremas "Charles of the Ritz",aconsejadas por la experta de belleza que se los vendía.Eran caras; de manera que se exigía siempre trabajar sobrehorarios para mantener sus caprichos.
Mientras la oleosidad penetraba por los poros de la piel para darle suavidad de seda, acercó una banqueta donde puso las toallas y el albornoz para usarlas luego del baño.(Siempre blancas. Impecables. Odiaba esos colorinches modernosos que disimulaban cualquier bochorno).
Se recostó sobre el tapiz que cubría una camilla de madera,colocó un fresco y pesado antifaz sobre sus ojos, encendió el reproductor musical y se dedicó a dormitar con los pies algo más elevados, hasta que sonara la campanilla de leve timbre anunciando que el agua en la bañera había llegado al nivel programado.
Al oir la alarma, sin alterarse, se levantó del lugar y metió primero sus manos en la gran pileta para verificar la temperatura.Tomó un frasco con líquido ambarino y derramó parte de él en el recipiente donde reposaría otra media hora mientras los chorros del sistema "jacuzzi" masajearan con distintas intensidades cada rincón de su cuerpo. Agregó unas bolsitas de lavanda, pétalos de rosas, sales perfumadas y un gel espumante.
"¡Aaaaahhhh!¡Qué placer! ... Se dijo susurrando, dejándose llevar a la nada: nirvana personal que había logrado para sí.
Los chorros removían el agua deliciosamente y la espuma de las sales habían creado un lago de burbujas que irisaban la superficie móvil de la tina.
Soñó con escenas de la Grecia antigua y con fornidos y sudados romanos tal vez por las imágenes que se había representado en la lectura de "Félix de Lusitania" (Últimamente, se le daba por leer novelas históricas como recurso para saber Historia sin la pesadez de ella misma... Podría hablar con la gente sin que se percibiera demasiado lo superfluo de sus conocimientos).
Las figuras masculinas se sucedían hasta convertirse en una tentación libidinosa.Guardó las pulsiones que le exigían caricias y satisfacción pensando que de esa manera iba a ser más eficaz en la cita de esa noche.
El impulso del agua comenzó a disminuir anunciando la quietud y el fin del baño.
Se quedó unos segundos, dejando afuera sólo la cabeza.Aspiraba con fruición los aromas que despedían las sustancias perfumadas.

Salió de la tina sintiéndose una deidad... como esas propagandas donde los cuerpos aparecen con gotas transparentes que lo recorren.Lo que vió en el espejo merecía aprobación.
Se envolvió en el albornoz y cubrió sus cabellos mojados con una toalla enroscada por sus extremos a modo de turbante.
Abandonó al lujoso baño sin haber pasado por el sauna (Nunca lo había usado en realidad) pues tenía el prejuicio que le produciría baja presión.

Comenzó entonces,la tarea de artesanía: embellecer sus rostro.

Con la propijidad reconocida, dispuso cada adminículo.
Ablusionó agua mineral con agua de rosas, pasó un papel tissú con suavidad para secar el excedente, abrió la ampolleta celeste que contenía un hidratante potente, lo esparció con suaves tecleteos con movimientos ascendentes en las mejillas, en forma de ocho en los párpados, alisó la frente y las comisuras de los labios, y palmeó enérgicamente sobre la barbilla. En el cuello, manos de seda para acariciarlo en abanico de abajo hacia arriba...
La concentración en la tarea era tal que parecía un rito. Y en realidad lo era: tanta dedicación, tanto tiempo, para no dejar escapar tan pronto a la juventud que ya estaba por filtrarse en los intersticios de los cuarenta ( lo pensó porque en ese momento el tema de Arjona que estaba escuchando hablaba de los cuarenta).
Unas gotas de colirio redimensionaron el brillo de la mirada, momentos previos a comenzar el maquillaje: un toque de base en frente y dorso de la nariz, mentón y mejillas; "el cuello también", le había dicho una promotora de Lancom "para que el rostro no parezca una máscara". La difuminó con unas esponjitas de látex que descubrió en Pozzi el año pasado (Las compró al por mayor: celestes, rosadas, blancas, verdes, redondas triangulares,chatas, voluminosas...). Con mirada de artista, eligió el iluminador del párpado que hará también de corrector de ojeras, aunque hoy usará poco: había descansado lo suficiente.Luego, las sombras grises que profundizó con un tono más oscuro en el pliegue del párpado superior. Vigiló que ambos ojos tengan simétricamente las pinturas y suavizó sus límites repitiendo el acto de difuminar con otra de las esponjitas.
Devolvió sombras y pinceles a su lugar y eligió uno de apariencia de estilete, con las cerdas prietas, en punta, finitas...Lo introdujo en el frasco del delineador y lo deja allí por unos minutos. Había olvidado que esa noche quería impactar pues sería la noche que decidiera su nueva vida.
Abrió un cajoncito de su coqueto tocador donde había guardado las pestañas postizas,.Tenía varios juegos de distintos largos y un par con brillitos como toque exótico.
Al sacar el estuche de las elegidas, vió debajo de él la imagen de la Virgen desatanudos.Se persignó, le hizo el ruego de siempre, y a continuación besó la medalla de plata que colgaba de su cuello.Cerró el cajón como si cerrara el de un tesoro, sonrió, y continuó con su trabajo: colocó el pegamento a las pestañas y con presición relojera las pegó a sendos párpados. "Increíble cómo pueden un par de pestañas realzar la mirada"... Disimuló el artificio pasando un trazo delineador, otra vez, poniendo su fina habilidad en la tarea.
Con lápiz rojo dibujó el contorno de la boca voluptuosa, y rellenó el interior con la barra labial. Quitó el exceso cerrándola sobre un trozo de papel absorvente.
Agregó polvo volátil y volvió a pintarla..."¡Perfecto!" -se dijo.
Introdujo el dedo índice en la boca, cerró sobre él los labios, y luego deslizó el dedo hacia afuera para liberarlo mientras eliminaba todo rastro de pintura sobrante que pudiera dañar la prolijidad de su aliño.(Pont Ledesma repetía este consejito cada vez que se presentaba en el programa del canal Utilísima; y en realidad era un tip útil y verdaderamente eficaz).Era un gesto de coquetería pero también, voluptuoso y que divertía.
Extrajo del portante unas especie de brocha con mango plateado y suaves pelos de marta que pasó por unos tintes rosados y luegó aplicó a sus pómulos para destacarlos. Hundió visualmente las mejillas con un tomo más oscuro, emparejó las tonalidades con otra esponja y luego con un cisne, terminó con una cubierta de polvo volátil en todo el rostro y el cuello.
Retocó las cejas peinándolas hacia arriba y destacar su arco pronunciado. Eran el marco perfecto para esos ojos selváticos que Dios le había regalado.
Apretó del difusor del antitranspirante y esperó que se secaran las axilas.

Con los brazos en jarra, entró al vestidor. No perdería tiempo buscando qué ponerse pues su apego a la puntualidad le hacía disponer todo con suficiente anticipación.
Allí también había un espejo inmenso.
Antes de colocarse el sostén de encajes, apreció la turgencia de sus pechos... El cirujano que las operó se había esmerado en dejarlas naturales. Calzó las tazas en cada "lola" abrochó en la espalda y apreció el contraste del encaje negro sobre la tonalidad apenas bronceada de la piel.
Como si alguien observara, izó las bragas con la coquetería sensual de un buen espectáculo de "striptease".
_"Cada vez vienen más breves", pensó mientras trataba de ajustarla correctamente. Sus nalgas, aparecieron redondas y duras...("¡Qué mal había pasado aquél postoeratorio de varios días boca abajo!" Pero, valió la pena.)
Se puso el porta liga efectista y las medias transparentes del color de su piel. No quería parecer una puta barata completando el atuendo con medias negras. Mas, el portaligas, sí.Era infalible el valor agregado que tan diminuta prenda tenía.
Con igual sensualidad deslizó desde abajo hacia arriba el vestido escotado que marcaba la silueta. Cerró la cremallera del cierre en la espalda, y pasó las manos sobre la seda roja para causarse cierto estremecimiento de placer.

No toleraba su cabello... era un motivo de complejo que no podía superar. Afortunadamente, estaban las pelucas... Sí. Allí estaban ellas, enfiladas las cuatro sobre sus cabezales de tergopol, los cuellos larguísimos, damiselas pálidas que de un tirón podría convertirse en calvas.
Eligió la de siempre: la melenita negra, brillante, que destacaba el verde de sus ojos.(Morocha y de ojos verdes: un ícono en la fantasía masculina más cálida que la rubia de ojos claros que si era natural era más desabrida que una hostia).

Miró el reloj mientras se lo colocaba en la muñeca: faltaban quince minutos para la cita...Una turbación le sacudió las entrañas.Se sonrió para darse coraje. Cuántas veces hizo lo mismo. Pero esta vez, era distinto. Tenía que lograr cobrar más que nadie.El motivo era suficiente como para tolerar al viejo empresario que hacía rato asediaba con llamadas telefónicas y ramos de flores y ofertas varias.

Lo había aceptado hacía ya tres semanas y se habían encontrado en un departamento que sin mucho miramiento se lo había puesto a su nombre esa mañana. Después de todo, el hombre tenía sus años y algunos encantos: olía bien, era galante, sabía esperar, y respetaba - aunque sea sexo por contrato- . Eso halagaba.

Prácticamente se baño en una ola de "L'Air du temps" de Nina Ricci, tomó su bolso, se cubrió con un abrigo liviano para disimular el gran escote,y recién se calzó con las sandalias altísimas que había estrenado la semana pasada.
Obsequiándose una mirada aprobatoria final,se calzó los guantes .

Cerró la puerta del departamento y llamó al ascensor... "ocho minutos... faltan ocho minutos"...

Ya en la calle, arrancó silbidos de admiración a su paso.

...Tres cuadras, y allí, en pleno Barrio Norte, estaba la limusina, que no era alquilada para impresionar, y que esperaba por su su compañía y su sexo.

Subió cuando la puerta le fue abierta invitando a entrar.
..................................................................................................

Recorrieron un buen trecho sin hablar.
Las luces de las calles recortaban como relámpagos, tanto la oscuridad del interior del automóvil, como su espeso silencio.

Cuando el hombre comenzó con los apremios y las caricias, cedió y simuló calentura que más tarde fue genuina.
El hombre susurraba al oído algo como "hagámoslo ya, aquí"...mientras manoteaba todos los lugares que deseaba.
También casi en secreto le contestó aceptando, hablándole al oído, lanzando su aliento tibio deliberadamente sobre el pabellón de la oreja, permitiendo que los labios le rozaran con suavidad y exigió con mohines,que el chofer se retirara.Que comenzaran el juego desde el principio.

Accedió el millonario, ya exitado y sin poder casi dominar sus impulsos.

No llegaron a un acuerdo con el precio de la noche, pero el juego continuó.En realidad, para el cliente, era una manera más de subir los grados de su pasión. Sentir cierto poder sobre quién le prestaba el servicio, aunque esta putita le gustara más que las otras y le tuviera que regalar un 0 kilómetro mañana mismo.Indicó al chofer que estacionara y lo envió a un bar cercano hasta que lo llamara.

"Papito, quiero champan"... "Vamos a bebérnoslo todo"... "Yo te lo daré en la boca "... "Así, con mi aliento, con mi saliva"..."Vamos lento, dejame que te yo te lleve"...La lengua recorría la piel del hombre deseoso de dar lugar a sus urgencias.Pero se entregaba a las propuestas de la pareja. Había comprendido que se trataba de prolongar el momento...Y divertido cerró los ojos inspirando y llenando sus pulmones con el perfume de Nina Ricci que le golpeaba en el punto justo del placer.Le divertía saber que al día siguiente, en agradecimiento, estaría firmando un cheque en la concesionaria de Peugeot.
-Un polvo de éstos, bien vale "la atención".

Sentía en el interior de su boca la delicia del champán .Alcoholizarse ambos. Era necesario. Tenía que tener al vejete en un puño, y a la vez tomar el valor necesario para terminar esa noche como había planeado.
La verdad era que la calentura estaba en ambos, pero gozaría sin perder de vista sus planes.

Se montó sobre la falda del hombre mientras éste le pedía que lo tocara "ahí", por favor...Sonrió con malicia, levantando sus manos enguantadas y apretándose más a él, pelvis con pelvis.Tenía otros planes.Lo haría de otro modo: más enloquecedor, y dejaría sus manos enguantadas como fetiche... Lo convencería que así era mejor.
Y descendió su boca hasta la intimidad del hombre ...y dejó que éste hiciera con sus dedos lo que quisiera por donde quisiera. Le gustaba.

Curiosamente, junto a la lujuria, se exaltaba el motivo de su noche . Sentía que la adrenalina le borraba todo rastro de pudor. Enloqueció pensando en cuánto dinero le hacía falta para cumplir su objetivo en el plazo previsto. Los latidos de su corazón se expandían vertiginosamente. La mente tenía sólo dos pensamientos que laceraban: placer y objetivo, objetivo y placer...mientras, se movían violentamente y los olores animales anulaban a los carísimos producidos en laboratorios,comenzó a apretar el cuello del hombre hasta sentir crujir los huesos entre sus dedos. Una mirada de estupor fue lo que más recuerda del ricacho.
Le sacó el Rólex, la pulsera de oro, el anillo de brillantes, desnudó su billetera, sacó doláres y pesos argentinos, la tarjeta - por las dudas - birló una botella de champaña, y llamó a un remisse a la espera en la esquina de la otra cuadra...

-"A Ezeiza", ordenó.

Ya en el aeropuerto internacional, llegó a tiempo para hacer los trámites pre vuelo.
"Lan Chile anuncia a los señores pasajeros su vuelo a Santiago"....pasajeros por puerta 15...
Se apresuró a entrar en la manga y subir al avión.
Ya en el cielo, Pablo se distendió. Pidió al comisario de a bordo una copa, y que le abriera la botella de "SU" champaña.
Comenzó a soñar su vida nueva sin el odiado apéndice que colgaba muerto en la zona exterior de su futura vagina...

- "¡Salud!" _ dijo al joven comisario. Éste, por cortesía, respondió:"¡Salud!

sábado, 21 de febrero de 2009

Esta carta tiene verdades por las cuáles hay que luchar

PALABRAS DESDE TARTAGAL

Noemí Cruz, Coordinadora de la Campaña de Bosques de Greenpeace en el Noroeste Argentino, comparte su testimonio de lo que vio y sintió en su visita a Tartagal, después del alud.

Hola Diana Laura,

Mi primera impresión en la cima de una palizada fue de desazón. Desde allí se ve al río herido por tanta maquinaria que orada en su base, los árboles arrastrados que ya son residuo muerto.

La gente, que quedó con lo puesto, palea el barro de las casas, el sol levanta un vapor pestilente. Hay mosquitos hambrientos, animales muertos aún tirados y gente desaparecida.

Allí anduve en los pozos dejados por el alud. Poco después me indicaron retirarme de la zona por el riesgo de explosivos provenientes de las empresas petroleras que fueron arrastrados por el alud. Ya habían desactivado algunos encontrados y decían que hasta un celular podría detonarlos. Además, con mis pies descalzos, como los del resto, estaban expuestos a las víboras.

Nuestro objetivo era mostrar cómo la deforestación de las cabeceras ha agravado el aporte de material del alud. La tala ilegal y los “descabezamientos” de cerros hechos por las petroleras, son grandes responsables del desequilibrio del río. La falta de controles ambientales, la planificación urbana inadecuada y el ordenamiento de bosques deficiente que postula la provincia, posibilita que un evento como este se repita cada tanto.

Tartagal…

A los catorce años, yo conocí a los Chané y sus hermosas máscaras, cerca de la ruta 86, los admiré andando a pie en las sendas de brasa, y los vi cuando sobre una cuesta, ellos se fueron al atardecer, llevando grandes hojas de tártago a modo de sombrillas sombreando sus rostros redondos.

Esta vez ya no los vi. Ese lugar es una extensión alfombrada de soja, y desde allá se puede ver el silencioso horizonte. La cuesta es un barranco que avanza cada año llevándose la escasa tierra empobrecida que les queda a los wichi de Misión San Benito.

A los pocos y raquíticos tártagos de la orilla, y a quienes pasen por ahí, los fumigan para que no molesten la soja.

El agua contaminada que escurre por falta de raíces que la dirija, llevada por canales, va a parar a la comunidad San Benito, que está justo al lado del desmonte, que antes era pródigo monte que les daba alimento.

Para llegar a sus casitas de plástico, que antes eran de paja que ya no crece, debimos cruzar un portón con candado, del cual el cacique tiene llave. Un tal Estrela cerró el campo de soja con los wichi dentro.

Una vez allá, a sólo 7 Km. de la ciudad de Tartagal, tratamos de documentar pruebas sobre la afectación de los desmontes para la audiencia de la Corte Suprema de Justicia, que se hizo en Buenos Aires.

Allá llegué, en representación de Greenpeace, acompañando a Reynaldo, cacique de Misión San Benito. Monitoreamos y documentamos el avance de la erosión y la remoción del suelo por falta de cobertura vegetal en la cuenca del río Tartagal. Casi 5.000 ha de soja cubren esta zona, son desmontes sin cortinas, hechos por Juan Estrela y al lado los de Juan Kutulas.

Mientras andamos por el campo, un avión pasa fumigando encima nuestro, más tarde se nos fumiga también por vía terrestre. A ellos no les importa que los wichi vivan allí al lado, lo que si importa es que la soja crezca sana.

Me siento impotente de solo ser yo. Sin embargo, siento que ellos saben que a nosotros nos importa su penuria. Estamos a su lado para intentar cambiarla. Pienso entonces en “nosotros”. Tal es el calor que hasta el mismo sol resopla, me da en la cara para despertarme y sé claramente que no soy solo yo.

Entonces… vuestros alientos están allí, y mis pies son más firmes en el barranco.

Noemí