lunes, 28 de noviembre de 2005

laberintos

Mis pies se izaron sobre ondas espaciales.
La voz del grito se perdió en el infinito, repetida en ecos de insondable largura.
Fibras ópticas, ondas , microondas, rumores satelitales atravezaban la ignorancia informática.
A veces leve y otras tantas rotunda como el peso de mi cuerpo luché en esl mundo desconocido.
Mi triunfo es pequeño. Ínfimo. Y reiterando la primigenia idea, aquí vuelvo porque he vuelto, siempre en prueba y sin lamentos.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Tu triunfo no es pequeño. Tampoco ínfimo. Sea quien fuera que seas, es bueno volver, siempre en prueba y sin lamentos... hay que gastarle el alma en probar y apostar a los sueños por soñar, de eso se trata vivir, ¿no?.
Me encantó: "aquí vuelvo porque he vuelto, siempre en prueba y sin lamentos"... dice mucho de ti.

Anónimo dijo...

Dejé mensajes para cada texto de tus chicos y nada...

Anónimo dijo...

Triunfo es el que lograrás si consigues dominar esta herramienta. ¡Suerte!

Anónimo dijo...

Cada vez que despiertes y recuerdes que de tu cuerpo brotó vida más de una vez, sabrás que nada fue en vano... Has plantado tus semillas... Get ready for the harvest!!!!!